EUROPA PRESS

24 febrero 2023

 

Varices en el embarazo: por qué aparecen (es normal) y trucos para manejarlas

 

Las varices en el embarazo son súper frecuentes y hay varias razones que así lo explican. Además, es probable que aparezcan nuevas que ya no se tenían, y que incluso empeoren las que ya hay. No obstante, la buena noticia, es que después del embarazo lo normal es que estas mejoren muchísimo, e incluso desaparezcan en su totalidad. Ahora bien, hay que estar atenta a los signos de alarma que aquí contamos.

 

Entrevistamos en Infosalus para ello a la ginecóloga Isabel Adela Castillo Cantero, especialista del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud de Sevilla, quien nos cuenta que son varios los factores que favorecen la aparición o empeoramiento de las varices durante la gestación.

 

"Predominantemente, tenemos el aumento de peso de la mujer y de la compresión venosa en la zona de la pelvis con el embarazo; y luego los factores hormonales, el aumento de estrógenos y de progesterona, que hacen que las venas tengan ese tipo de dilatación y sean más susceptibles de padecer ese tipo de patología", mantiene.

 

Dice que la genética siempre afecta en todo, pero sobre todo influye en esto el estilo de vida de la persona, es necesario que la mujer sea activa, y con una tendencia al normopeso, que no haya un aumento excesivo del peso durante la gestación, y que la mujer no sea demasiado sedentaria, por ejemplo. "Siempre hay cierta predisposición genética, igual que la que tiene varices antes en el embarazo tiene tendencia a que en el embarazo vayan estas a más", agrega.

 

Sobre todo en qué zonas pueden aparecer

Suelen aparecer en los miembros inferiores, según prosigue, por la mecánica del propio embarazo, ya que al haber una compresión en la zona de la pelvis todas las venas que ascienden hacia el abdomen tienen más presión y se dilatan en la parte más distal. También sostiene que afectan factores como el estar mucho de pie o sentado; algo que hace que se tienda a acumular más sangre y las venas superficiales se dilaten.

 

Además, son frecuentes durante el embarazo en la vulva, ingle y en la pelvis. En este sentido, sostiene que es habitual la queja de las embarazadas sobre las varices vulvares y su afectación durante las relaciones sexuales: "Al final, como cualquier cosa que pueda ocasionar incomodidad en la pelvis, al estar esta más congestionada y llena de vascularización, las relaciones pueden hacerse más inconfortables y que haya cierta sensibilidad en la zona".

 

Cómo afectan al día a día las varices en el embarazo

La doctora Castillo remarca que los síntomas más habituales son la pesadez de piernas, una sensación de congestión, de piernas cansadas, de molestias que deben ser leves. "Lo que debería preocuparnos es que la pierna se ponga roja, caliente, o que duela. Si esto ocurriera donde hay varices hay que acudir al especialista para descartar una trombosis. Pero lo habitual es esa pesadez de piernas tan conocida", precisa la especialista de Quirónsalud.

 

Con ello, aconseja a todas las gestantes un estilo de vida lo menos sedentario posible, favorecer la movilización, natación, caminar; evitar estar mucho tiempo sentadas o de pie en la misma postura; y cuando se pueda tener las piernas en alto.

 

En la que ya tiene varices o sensación de piernas cansadas las medias de compresión alivian mucho y ayudan a que estas varices no vayan a más; "es una de las medidas más sencillas y útiles a ese nivel", defiende la ginecóloga.

 

Después, sugiere evitar agua caliente, utilizar preferentemente agua fría; así como el empleo de venotónicos; y seguir en definitiva una vida lo más sana posible, evitar también el ganar mucho peso porque se favorece mucho que esas varices vayan a más. También puede emplearse los geles fríos para piernas cansadas, cremas que no sean farmacológicas, para aliviar los síntomas de pesadez.

 

La doctora Castillo insiste en última instancia en que es muy importante vigilar que los síntomas no sean de alarma, que no haya calor, dolor, o que la pierna esté enrojecida, porque en ese momento hay que consultar siempre para descartar una complicación de la variz.

 

"Lo habitual es que tras el parto, tanto por la bajada hormonal, como por la disminución de la presión en pelvis, las varices vayan a mejor. Por eso, los compañeros de vascular generalmente no recomiendan valorar las varices, ni iniciar un tratamiento mientras dure el embarazo, sino una vez que se haya resuelto el posparto. Muchas de ellas mejoran, incluso las arañas vasculares nuevas desaparecen. Por ejemplo, hay varices vulvares que son muy escandalosas, y cuando la mujer ya no está embarazada se quedan como nuevas y muchas molestias se acaban", concluye esta ginecóloga del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud de Sevilla.